Las #criptomonedas se usan para todas aquellas cosas para las que normalmente usamos el dinero y más. La primera criptomoneda en aparecer fue Bitcoin en la década de los 90s; a partir de allí han surgido muchas otras y a la par, todo un ecosistema de generación de riqueza, tecnología y valor.
Las criptomonedas te permiten realizar compras, recibir pagos, acceder a créditos, enviar tu dinero a cualquier lugar del mundo, gestionar tus finanzas e incluso, tener tarjetas de débito y/o crédito que puedes usar en cualquier comercio o en cajeros automáticos a nivel mundial. También te permiten ahorrar y generar valor sobre tus criptomonedas usándolas en un ecosistema basado en tecnologías colaborativas.
También te permiten acceder a todos los servicios que normalmente ofrece el sistema financiero, pero sin las dificultades que este podría llegar a presentar al ser un sistema centralizado y con limitaciones a nivel mundial. En cambio, el ecosistema cripto es #descentralizado y seguro, permitiéndole al usuario pagar menos costos por usar su propio dinero y tener mayor libertad para disfrutarlo sin limitaciones.
Pero más allá de entregar todas las funcionalidades básicas del sistema financiero, para algunas personas significa tener el control real de su dinero, sin depender de instituciones que cambien las reglas en cualquier momento, sin tener en cuenta a todos los involucrados.
